Desde la restauración de la democracia en 1983, los fondos reservados de la SIDE fueron desviados de su verdadero objetivo (pagar agentes encubiertos u operaciones secretas) a financiar campaña políticas, entregar sobres con plata negra funcionarios, legisladores, jueces y periodistas e incluso darle 400 mil dólares a Carlos Telleldín, el entregador de la Trafic que se usó como coche bomba en la AMIA.
Los fondos reservados son las únicas partidas presupuestarias del Estado por las cuales los funcionarios no necesitan rendir cuentas de sus gastos y los usan casi todos los países del mundo para operaciones contra el terrorismo internacional o el crimen organizado.
Sin embargo, en Estados Unidos por ejemplo una comisión del Senado en una reunión secreta le puede pedir al titular de la CIA que explique los “avances” de cada programa o de las actividades de los agentes encubiertos. Incluso, cerrar el programa si no cumple con sus objetivos.
En cambio, la comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso argentino -creada en 2001- en vez de cumplir esa función de controlar, en varias etapas de la historia fue usada para proteger al jefe de inteligencia del gobierno de turno y contratar asesores.
Durante el gobierno de Carlos Menem funcionó, por ejemplo, la llamada “cadena de la felicidad del menemismo” que distribuyó unos 4.000 millones de pesos/dólares entre funcionarios, jueces, legisladores y periodistas, según un informe que el fallecido contador forense Alfredo Popritkin entregó a la Corte. El ex juez de la Corte, Carlos Fayt, tenía en su escritorio «una lista con los jueces que cobraban», contó Popritkin.
También, en 2017 la Justicia condenó por el delito de peculado al ex presidente Menem, el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, y al ex ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, por organizar durante nueve años un sistema clandestino de sobresueldos con fondos reservados de la SIDE. El juez federal Marcelo Martínez De Giorgi que este sistema de pago de sobresueldos alcanzó una cifra sideral: $4.152.827.200, mientras el gobierno en público hablaba de austeridad.
El juez federal Norberto Oyarbide saluda a la Mona Jimenez en el 2007.En 1986, el ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy autorizó el pago de de 400 mil dólares a Telleldín antes de que declarar ante la Justicia que la Trafic que se usó en el ataque contra la AMIA se la entregó a policías bonaerenses antes de que llegara a manos de terroristas.
En el 2000, el entonces secretario parlamentario de la UCR Mario Pontaquarto confesó que el ex presidente Fernando De la Rúa dio la orden de pagar 5 millones de dólares de fondos reservados de la SIDE a senadores peronistas para lograr la aprobación de la ley de flexibilización laboral. Pero 13 años después, todos los acusados incluso Pontaquarto que se había arrepentido fueron absueltos.
En la época del ex presidente Eduardo Duhalde, se afirmó que con fondos reservados de la SIDE se habría pagado parte del financiamiento de la campaña elector de Néstor Kirchner, según fuentes de la oposición.
Luego del crimen de Alberto Nisman, en febrero de 2015, aparecieron carteles anónimos con fotos privadas del fiscal de la AMIA en viajes al exterior con jóvenes novias que la oposición denunció también fueron financiados con esa plata negra. Mientras el ex juez Norberto Oyarbide se reunía en una «casa segura» de la SIDE con el contador de los Kirchner, Víctor Manzanares, para arreglar la declaración jurada del matrimonio presidencial y sobreseerlos en tiempo récord. Antes de escuchar a Manzanares, pidió champagne a los espías.
Luego de la conmoción por la muerte violenta de Nisman, Cristina Kirchner le cambió el nombre a la SIDE y le puso Agencia Federal de Inteligencia (AFI) con promesas de transparencia que tampoco se cumplieron.
Recién en el 2019, durante el gobierno de Alberto Fernández, la ex interventora de la AFI Cristina Caamaño limitó esos fondos oscuros y anunció otras medidas de transparencia.
Sin embargo, a través de los diputados Leopoldo Moreau, Rodolfo Tailhade y Eduardo Valdés, Cristina Kirchner, usó la comisión bicameral de inteligencia para armar falsas denuncias de espionaje contra el ex presidente Mauricio Macri, jueces, fiscales y periodistas. La mayoría fueron archivadas o sobreseídas y así esa comisión relajó su función de control sobre la AFI del cuarto gobierno K.
A principios de año, el entonces titular de la AFI, Silvestre Sívori, afirmó que el presupuesto del organismo para este año es de “un total de 19 mil millones incluyendo gastos reservados que no llegan a $1.500 millones, es decir menos del 10 por ciento del total”. O un poco más de U$S 1,5 millones de dólares al cambio de ese momento.
Ante críticas de la oposición, una fuente del organismo explicó que “la distinción entre partidas públicas y fondos reservados son las que establece el artículo 38 bis de la Ley Nº 25.560, modificada por la Ley 27.126 y se mantuvo en la gestión de Alberto Fernández (Decreto Nº 331 del 29 de junio de 2023)”. La gestión de Caamaño “redujo pero no eliminó los gastos reservados”, afirmó la fuente.
“Hoy se utiliza el mismo régimen de fondos que en la gestión anterior. Así está reflejado en la intervención dispuesta por el gobierno de Milei (Decreto Nº 22 del 12 de diciembre de 2023), que definió que hasta tanto se apruebe un nuevo régimen de fondos, se utilice el aprobado por la gestión anterior (art. 6 del decreto mencionado)”, contó.
La interventora de la AFI, Cristina Caamaño, con la querellante de familiares del submarino San Juan y abogada K, Valeria Carreras en una videoconferencia desde los cuarteles del organismo.Críticas de la oposición
Ante el anuncio de este martes del gobierno de aumentar los fondos de la SIDE (ex AFI) en 100 mil millones de pesos la ex secretaria Legal y Técnica de la Presidencia Vilma Ibarra y la senadora de Unión por la Patria Juliana Di Tullio, entre otros, criticaron duramente la medida.
Se asignaron “100 mil millones de pesos para la SIDE en gastos reservados, la jubilación mínima pasa a $254.454, 42. El Presidente del ‘cambio’ a decretazo puro y duro gracias a los legisladores que le delegaron facultades”, agregó Di Tullio.
En el mismo sentido, el diputado radical de Formosa, Fernando Caravajal dijo que “no hay plata (en el Senado). Salvo para fondos reservado de la SIDE: $100 mil millones. Para espiar a opositores y organizar operaciones ilícitas de ataque a las voces criticas”.
El debate se abrió porque el gobierno de Javier Milei agregó 100 mil millones de pesos al presupuesto general 2024 que serán destinados “al fortalecimiento del Sistema de Inteligencia Nacional ”.
La decisión fue dada a través del DNU 656/2024 publicado en el Boletín Oficial. Entre los considerandos, señala que la decisión se sustenta en la “necesidad de asignar las partidas presupuestarias que permitan solventar, inicialmente, las acciones para la reorganización del Sistema de Inteligencia Nacional y el adecuado funcionamiento de los referidos organismos desconcentrados que lo integran”.
Se trata del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASG); y la Agencia de Ciberseguridad (AFC)y la División de Asuntos Internos, creada como organismo de control de los anteriores y que hasta hoy no tiene conducción.
El artículo 2° del DNU establece “el carácter reservado de los fondos previstos en el artículo 1° de la presente medida en los términos del artículo 38 bis de la Ley N° 25.52 y sus modificatorias”.
Rodolfo Tailhade y Eduardo Valdés, en la Comisión Juicio Político contra los integrantes de la Corte Suprema Justicia en 2023.Así el nuevo titular de la SIDE, Sergio Neiffert, quien responde al asesor presidencial Santiago Caputo, no tendrá que rendir cuentas sobre el destino de estos 100 mil millones de pesos.
“Que en atención a la naturaleza del destino de los fondos asignados y que su publicidad afectaría el normal desarrollo de las tareas de los órganos que integran el citado sistema, corresponde establecer su carácter reservado, en los términos de la Ley N° 25.520 (de Inteligencia) y sus modificatorias”, agrega el DNU.
El ex titular de la SIDE y experto en inteligencia, Miguel Angel Toma, ratificó la necesidad de darle la mayor transparencia posible a estos fondos porque una cosa es pagar el sueldo de un empleado o comprar resmas de papel y otras pagar operaciones encubiertas contra el terrorismo internacionales que si debe ser completamente secretas.
Toma dijo a Clarín que si ese dinero, por ejemplo, es para comprar equipos necesarios para que la ACF tenga el poder de defender, atacar o investigar “es poco”. Puso como ejemplo un banco privado que acaba de comprar equipos de ciberseguridad por 30 millones de dólares.
En el 2001, Toma se encontró con un presupuesto de la SIDE dispuesto con en base a un dólar igual a un peso, y tras la devaluación del ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov, de un dólar cuatro pesos, fondos devaluados. Entonces, le pidió a Duhalde un “decreto secreto” para aumentar el presupuesto y evitarse así debate público.
Por el lado del presidente del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, se espera que Neiffert vaya al Congreso a explicar en secreto para que destinará todo ese dinero, explicaron a Clarín fuentes parlamentarias.
En la comisión Bicameral de Inteligencia, que hasta ahora no se constituyó, esperan que el Gobierno mande un plan nacional de inteligencia y la estimación de gastos anual, incluyendo los fondos reservados.
Un aumento del 875 por ciento
Sucede que no se trata de poca plata. Con esta partida “si tomamos como fecha el 27 de julio de 2023 el incremento del presupuesto de la SIDE sería un incremento del 703% y si tomamos el 1 de diciembre de 2023 el incremento es del 875%”, contó otra fuente del Congreso.
Además, según el artículo 37 de la ley 24.156 de Administración Financiera “quedan reservadas al Congreso Nacional las decisiones que afecten el monto total del presupuesto y el monto del endeudamiento previsto, así como las partidas que refieran a gastos reservados y de inteligencia”, dice un informe que circula por el Congreso.
En el PRO y en la oposición dialoguistas esperan que Neiffert o el jefe de Gabinete, Guillermo Franco, vaya al Congreso a explicar, en secreto, como se usarán estos fondos reservados.