Antes que se encendiera la antorcha olímpica, los servicios de inteligencia estaban recibiendo informes de ciberataques que tienen como objetivo la amplia superficie de ataque de los Juegos. Se recuerda el antecedente, en 2018, cuando el malware Olympic Destroyer afectó al wifi del Estadio Olímpico de Pyeongchang y de la sala de prensa, al sitio web de los Juegos Olímpicos de Invierno, dejando fuera de servicio hasta algunos sistemas de televisión.
Basta reseñar un par de números para tener una idea cabal del problema de los intentos de hackeo en estas citas deportivas: durante los Juegos Olímpicos de Londres se detectaron 212 millones de intentos de ciberataques, mientras que en Tokio fueron todavía más, 450 millones.
Semejantes cifras tienen sin dormir a los cientos de empresas implicadas en la organización y celebración de los Juegos en Francia, que si bien cuentan con sólidos sistemas de ciberseguridad para tratar de contener los ataques, deben lidiar con una escala de riesgo colosal por las concentraciones superlativas de gente, que a su vez deriva en conexiones virtuales con todo el planeta, además de la sofisticación de los agresores que perfeccionan a cada momento sus dispositivos de intrusión.
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Los cibercriminales se relamen por la gran afluencia de público a los Juegos, donde encuentran enormes cantidades de datos e información valiosa para tratar de sustraer.
Consejos para eventos deportivos
Ante el cuadro de ese problema en París, Corey Nachreiner, director de Seguridad de WatchGuard, expuso varias formas claves con las que se puede fortalecer la ciberseguridad durante las semanas de mayor estrés en estos juegos:
* Protección de puntos finales (móviles o de otro tipo).
* Utilización de una VPN para ocultar el tráfico en redes no confiables.
* Desconfíar de las descargas de aplicaciones y de los códigos QR del sitio.
* Descargar únicamente las aplicaciones oficiales de los Juegos Olímpicos de París.
Nachreiner considera asimismo esencial el aumento de la protección de las organizaciones deportivas durante estas semanas clave, mediante la aplicación de medidas adicionales para potenciar aún más este protocolo.
Capacitación para todos los empleados
Obligados a ampliar plantillas ante la descomunal exigencia que imponen tantos deportes al mismo tiempo en una cita olímpica, los organizadores intentan capacitar al personal sobre temas de ciberseguridad, para tratar de garantizar que todos eviten un mal uso de las redes y dispositivos de trabajo, generando así vulnerabilidades que puedan dejar paso a los hackers.
Realizar una auditoría de seguridad: además de una evaluación de vulnerabilidades antes de que se produzca un gran evento puede ser decisivo a la hora de ser víctima de un intento de ataque. Al detectar las debilidades y abordarlas con antelación, se pueden evitar incidentes graves de ciberseguridad.
La ciberseguridad ya es importante para cualquier organización en cualquier época del año, pero es una prioridad aún mayor y más crítica en esta época para los eventos deportivos masivos.
Reforzar los sistemas de seguridad es clave para que todos, desde las organizaciones hasta los atletas y el público en general, puedan disfrutar de estos eventos de manera segura. Es que la ciberseguridad desempeña un papel crítico en diversos aspectos, y en cita de esta magnitud se debe cuidar que tanto individuos como organizaciones mantengan a salvo información sensible online, como datos personales, financieros, médicos y secretos comerciales.
Los ciberataques pueden resultar en pérdidas considerables, ya sea por el robo de fondos, fraudes financieros o los costes asociados con la recuperación de un ataque. La ciberseguridad desempeña un papel crucial en la mitigación de estos riesgos financieros. Además, la reputación y la confianza son factores clave en cualquier organización.
HB