Luego de la denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández por violencia de género y las fotos de la ex primera dama con golpes en su rostro y en el cuerpo, el Gobierno dijo este viernes que el ex presidente «tendrá que pagar por lo que hizo si es considerado culpable».
Así lo manifestó el vocero presidencial Manuel Adorni en su habitual conferencia de prensa, donde también tildó de «detestables» los videos del ex presidente con Tamara Pettinato en el despacho de Casa Rosada.
El portavoz dijo que «el sentimiento es que no hay demasiada confusión» en torno a las imágenes de la ex primera dama golpeada. Y pidió: «Ojalá que se haga justicia y no quede en la nada».
Además, cruzó a la gestión del ex presidente al remarcar que destinaron «millones en políticas de género y ahora demuestran que utilizaron a la mujer para hacer grande negocios«.
Al vocero presidencial también le consultaron si el Gobierno consideraba que Fernández debe estar preso de manera preventiva tras la denuncia de la ex primera dama y fue tajante al señalar que esa «es la opinión de todos».
«Es la opinión de todos los seres humanos de bien que cualquier persona que se dirija a otra con violencia y más en el caso familiar tiene que ir preso. Cualquier persona que cometa y se demuestre un caso de violencia familiar», enfatizó.
Al ser consultado sobre si evaluaban quitarle a Alberto F. los beneficios previsionales por ex presidente, como la pensión vitalicia o la jubilación de privilegio, respondió: «Es una cuestión de ley, no tenemos intervención en eso nosotros, no podemos tomar ninguna medida al respecto».
En distintos pasajes de la conferencia de prensa, Adorni insistió con las críticas al ex mandatario por los videos que se conocieron en el despacho presidencial. «Utilizar lugares que son de todos los argentinos y que además revisten el carácter de un respeto mayor por ser el despacho del Presidente, es absolutamente repudiable y es difícil describirlo», apuntó.
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En esa misma línea, agregó: «Tengo la suerte de estar bastante en ese despacho y estar sentado en el mismo sillón que la señora (Pettinato) y con el respeto que impone ese despacho llama la atención cómo ocurrió esa escena en uno de los despachos más importantes que tienen las instituciones en la Argentina».
El portavoz consideró que sería todavía más cuestionable la actitud del ex presidente si lo que se ve en los videos ocurrió en medio de las restricciones por la pandemia de coronavirus.
«Ni hablar si eso ocurrió en el mientras tanto cuando estábamos encerrados, o con problemas de salud, en mi caso con un familiar fallecido por covid por falta de vacunas o tantos otros que perdieron sus trabajos», lanzó.
Bullrich sobre la nueva custodia de Fabiola Yañez
La ministra de Seguridad ratificó este viernes que el Gobierno dispuso, por pedido de la justicia, «un recambio de la custodia» de la ex primera dama.
«Ella tenía un miembro de la Policía Federal, vamos a hacer un recambio de la custodia que no estaba hace un tiempo y vamos a mandar dos miembros de la Policía Federal que están saliendo ya inmediatamente, hay un tema de conseguir pasajes a España, estamos enviando dos miembros de la Policía Federal para la custodia de la ex Primera Dama», precisó Bullrich en una entrevista con CNN radio.
Cuando le consultaron si el cambio en la custodia podía estar vinculado a la presunta desconfianza con quienes la cuidaba actualmente, Bullrich aseguró que no hay «ninguna razón» para pensar que ese agente se podría «haber comportado equivocadamente».
Además, en esa entrevista le preguntaron a la funcionaria si consideraba que Fernández debía estar preso con preventiva. «No sé si corresponde a una prisión preventiva, lo que corresponde es que socialmente la población argentina repudie masivamente a un ex presidente de la Nación que además de haber hecho desastres en el país, de haber estado permanentemente hablando del valor de la mujer, habiendo hecho un ministerio de la mujer, generando toda una falsedad respecto al valor que tenía la mujer, le termine pegando a su mujer», se quejó.
Y en esa línea insistió que, independientemente lo que decida la justicia, «lo que cabe es un repudio social total y absoluto».