Alireza Firouzja solamente tiene 21 años, pero es una estrella del ajedrez mundial desde los 15. Cuando surgió, de manera rutilante, pareció que iba directo como un meteoro a ser el sucesor de Magnus Carlsen. O, como mínimo, el rival joven contra quien el noruego tendría que batallar para afirmar su supremacía.
El propio Carlsen así lo señaló cuando hace pocos años dijo que era el único rival que lo motivaba. Y así también lo parecieron indicar los hechos deportivos: en 2021, Firouzja se convirtió en el jugador más joven en romper la barrera de los 2800 puntos de ranking Elo. Todo estaba dado para ese gran enfrentamiento generacional. Pero… el ajedrez es un juego muy difícil, y hay muchos otros maestros buenos.
Una cosa es llegar a la élite y otra, más difícil, sobresalir entre la guardia de corps que conforman los grandes maestros de élite. Allí están, como en el olimpo griego y revestidos de acero, jugadores como el estadounidense Fabiano Caruana, el ruso Nepo, el norteamericano Hikaru Nakamura, el propio campeón mundial chino Ding Liren, y algunos otros más. Todos ellos son enciclopedias andantes, y quien quiera superarlos debe aportar un “algo” diferente.
Alireza Firouzja tenía su prueba de fuego: debía ganar el torneo de ajedrez más fuerte del mundo, el Torneo de Candidatos, para ser contendor por el título mundial. Pero falló. Y no una, sino dos veces seguidas; la última fue la más dolorosa porque resultó superado por un jugador más joven que él, el prodigio indio Gukesh, de 18 años, que en noviembre jugará un match con Ding Liren por el campeonato del mundo. Si gana, Gukesh será el campeón mundial más joven de la historia.
Esto supuso un golpe moral para Firouzja, que se verificó en una caída libre hasta el noveno puesto del ranking mundial. Pero el talento no se pierde, el francoiraní se recompuso, y ahora la noticia es que acaba de ganar el torneo magistral Sinquefeld, y con ello, el circuito Grand Chess Tour, que consta de cinco torneos, rápidos y pensados, en el que compiten varios jugadores de primer nivel mundial (en esta edición, Carlsen no fue de la partida).
En el torneo, Alireza venció en sendas partidas individuales a Caruana y a Ding Liren, lo que da indicio de su buen momento de forma. Firouzja nació en Babol, Irán, pero, apenas pudo decidir sobre su vida, decidió emigrar a Francia y obtener esa ciudadanía. Irán es un gran surtidor de ajedrecistas, pero es un país donde la política incide en el ajedrez. Por ejemplo, los ajedrecistas iraníes tienen prohibido enfrentar a sus pares israelíes. También recordemos que en los años setenta, el Ayatollah Khomeini prohibió el ajedrez en el país.
Es probable que las idas y venidas en su vida personal, y el adaptarse a occidente, hayan influido en su andar deportivo. Pareciera que recién ahora está alcanzando la madurez. Pero, como quiera que sea, con 21 años, tiene mucho futuro por delante.