Una pareja de jubilados reveló que gastó todos sus ahorros en una amarga disputa legal con un ex vecino, debido a una cerca que fue colocada en la entrada compartida de sus propiedades. Graham y Katherine Bateson desembolsaron 59.551 dólares en honorarios legales desde que su fallecida vecina, Wendy Leedham, instaló la cerca junto a su bungalow. La pareja presentó una demanda para que se retirara, con el argumento que la estructura bloqueaba el acceso a la entrada de su propiedad, tras haber sido erigida en 2019.
El matrimonio inglés Bateson sostienen que cuando compró su vivienda de dos habitaciones en 1987 por US$39.039, se les informó que la entrada era compartida con su vecino.
Según dijeron al New York Post, se les indicó que existía un límite sin características entre las dos propiedades y que no se debía construir en esa zona.
Sin embargo, su vecina consultó con abogados, quienes le aseguraron que podía colocar la cerca entre las propiedades en Snettisham, Norfolk, Inglaterra.
Katherine Bateson, de 73 años, comentó: “Vivimos aquí durante 32 años sin problemas con los vecinos anteriores; todos estaban de acuerdo en que se trataba de un camino compartido. Luego, sumó: “Lo adquirimos bajo esa premisa, así nos lo explicaron y así lo compramos. No entiendo cómo, después de cumplir con todos los requisitos legales, 30 años después esto vuelve a afectarnos de esta manera”.
“Es devastador perder todos los ahorros de tu vida cuando siempre supiste que tenías la razón”, sostuvo la entrevistada. El litigio se prolongó durante tres años, hasta noviembre de 2021, cuando el caso fue a mediación, informa el NYP.
Se dictaminó que se redactara una nueva escritura que estableciera el límite entre las dos propiedades alineado con la cerca, lo que permitió que permaneciera en su lugar. Wendy Leedham no vivió para ver el desenlace, ya que falleció en mayo de 2021 a los 74 años, meses antes de la audiencia.
La antigua casa de tres habitaciones de Leedham está ahora en venta por 496.263 dólares a través de los agentes Sowerbys. El folleto de 12 páginas de Sowerbys no menciona la cerca ni la disputa por los límites, y los Bateson temen que un nuevo propietario pueda reemplazarla.
Katherine, ex supervisora de fábrica, aseguró: “Seguimos temiendo que instalen otra cerca, cuando nunca debió haber estado ahí en primer lugar”.
Los Bateson, por su parte, afirman que el camino compartido y el límite abierto fueron confirmados posteriormente por un informe de un topógrafo tras la audiencia de mediación.
Graham Bateson, un limpiador de ventanas jubilado de 75 años, decidió tomar medidas por su cuenta en septiembre de 2022. “Destruí la cerca y fui arrestado por daños criminales”, confesó. “Me mantuvieron detenido durante 12 horas un domingo, sin comida hasta la medianoche”.
En diciembre pasado, el cargo fue retirado porque el Servicio de Fiscalía de la Corona consideró que no era de interés público proceder. Para entonces, la pareja ya no podía continuar la batalla legal debido a la falta de recursos.
“Trabajamos y ahorramos mucho. Ahora todo se ha esfumado”, agregó Graham. Ambas partes asumieron sus propios costos legales. La cerca no fue reconstruida, pero el Registro de la Propiedad rechazó la escritura revisada, argumentando que no estaba conforme con la manera en que se atestiguaron las firmas de los Bateson.
LA NACION