Este miércoles se realizó la segunda subasta de bienes decomisados en Santa Fe en lo que va del año, en la que participaron más de 3700 personas de 23 jurisdicciones del país y se recaudaron más de 700 millones de pesos, ya que se vendieron todos los lotes disponibles. Se desarrolló a través de la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad) y, según aseguraron desde la gestión de la provincia, el dinero juntado se utilizará para resarcir a las víctimas.
Al respecto, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, expresó: “La recuperación de bienes decomisados al delito es una política pública clave que volvimos a poner en marcha. Seguimos demostrando que el Estado tiene más fuerza que las organizaciones criminales”.
Además, continuó: “Autos, propiedades, joyas y otro bienes ya no estarán al servicio del crimen, ahora se subastan y los recursos recaudados se destinan a fines que beneficien a la sociedad. Seguimos trabajando por una Santa Fe que quiere y merece vivir en paz. En Santa Fe no solo se persigue a los delincuentes, también vamos por sus bienes”.
“Sepan las personas que cometen delitos que los bienes no se los van a quedar ni ellos, ni su familia, sino que van a ir a este tipo de subastas. Es un mensaje muy fuerte el que estamos dando al crimen organizado y a quienes creen que pueden tener impunidad”, cerró el funcionario.
En cuanto a los objetos, se remataron 41 vehículos (entre autos, motos y una lancha), dos inmuebles (ubicados en Funes y Roldán) y tres lotes de joyas. Cabe señalar que la puja por cada bien comenzó entre un 30% y un 40% del valor de mercado.
Por su parte, el secretario de Gestión de Registros Provinciales, Matías Figueroa Escauriza, destacó la importancia de la subasta como gobierno provincial. “Es parte de una política pública que va más allá de lo económico, que implica resarcir a las víctimas de delitos y, con donaciones y afectaciones, a escuelas, clubes de barrio, vecinales”, sostuvo.
LA NACION