El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) anunció cambios en el diseño curricular del nivel primario a partir del ciclo lectivo del año 2025. Con modificaciones en las áreas y materias, en los modos de enseñar y hasta en la organización horaria y áulica, el nuevo diseño concentra la atención en el aprendizaje de Lengua y Matemática para los primeros años del nivel. El punto más relevante es el viraje en los métodos de alfabetización: el diseño plantea relegar los enfoques de la psicogenésis para orientarse hacia la enseñanza por «conciencia fonológica».
Aunque los principales lineamientos del nuevo diseño ya fueron presentados a las escuelas en la última jornada del Espacio de Mejora Institucional (EMI), este lunes quedaron oficializados con el anuncio encabezado por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, y la ministra de Educación, Mercedes Miguel. «Vamos a ir hacia una escuela que enseñe a comprender textos y a resolver problemas matemáticos relacionados con la vida real, marcándole siempre a cada chico cuando algo esté mal, para que ese error sea parte del aprendizaje», dijo allí el jefe de Gobierno, mientras que Miguel remarcó que «buscamos que los estudiantes dominen por completo los aprendizajes fundacionales, es decir, Lengua y Matemática«.
El foco en esas dos asignaturas salta a la vista, en principio, en la organización horaria que tendrán las primarias porteñas a partir del año entrante, con una fuerte concentración en esas materias. En el primer y segundo grado, los chicos y chicas de escuelas de jornada completa tendrán ocho horas de Lengua y siete de Matemática, mientras que en tercero las dos materias tendrán ocho horas cada una. En el segundo ciclo, de cuarto a séptimo, Lengua tendrá seis horas y Matemática siete.
En las escuelas de jornada simple también se seguirá un esquema similar. Lengua tendrá seis horas y Matemática cinco en primer y segundo grado, carga horaria que se invertirá en tercero. De cuarto a séptimo habrá cinco horas de matemática y cuatro de lengua. El resto de las horas se dividirán en materias como Música, Artes Visuales, Educación Física e Inglés, mientras que Ciencias Sociales y Ciencias Naturales recién aparecerán en el segundo ciclo. Antes, de primero a tercero, las dos estarán comprendidas en una asignatura denominada Conocimiento de Mundo. Durante los siete años los chicos y chicas cursarán también la materia Tecnologías, Diseño y Programación.
Pero el foco en Lengua y Matemática no se limita sólo a la concentración horaria sino que también habrá cambios en el modo de enseñar las dos asignaturas. Desde el Ministerio aseguran que, hoy, 4 de cada 10 chicos de primer grado no reconoce las letras, mientras que 6 de cada 10 de séptimo grado no pueden resolver problemas sencillos. Por eso sostienen que es necesario cambiar los criterios de enseñanza hacia un esquema más «estructurado«.
Los cambios en Lengua –que dejará de llamarse Prácticas del Lenguaje— son los que suponen un mayor viraje en relación a lo que establecía el anterior diseño, vigente desde 2004. Desde el Ministerio indican que se pasará de un sistema centrado en el docente como «facilitador«, con foco en la «experimentación» y no en la «corrección», a un esquema «estructurado, sistemático y explícito» donde «se corrige errores» y «se enseña de manera explícita cada componente del lenguaje».
Así, reaparecerán algunos conceptos rezagados hasta ahora, como el fomento de la «conciencia fonológica», la «decodificación» y el «reconocimiento visual» de las palabras, es decir la asociación entre grafema y fonema: «la enseñanza de los sonidos y las letras que representan«, precisan desde el Ministerio. Una declaración de guerra a las perspectivas piagetianas vinculadas a la psicogénesis constructivista.
Eso particularmente en el primer ciclo, mientras que a partir de cuarto grado se focalizará la enseñanza en la comprensión y producción de textos, así como la oralidad y el conocimiento de la lengua a través del foco en reglas gramaticales y ortográficas. La premisa del nuevo diseño es que la alfabetización con eje en el reconocimiento de las letras y las palabras es la base necesaria para la incorporación progresiva de las herramientas de producción y comprensión de textos.
En cuanto a Matemática, el nuevo diseño también apunta a concretar la enseñanza en vinculación con situaciones prácticas de la vida de los y las estudiantes. «Se manipulan objetos concretos, se resuelven problemas reales y se desafía al razonamiento matemático en situaciones de la vida cotidiana», explican desde el Ministerio, y agregan que «se sale del aula para reconocer y comprender la matemática en todos lados». Tanto en Lengua como en Matemática se prevé la posibilidad de utilizar Horas de Priorización Institucional (HPI) para reforzar los aprendizajes.
El nuevo diseño establece que las HPI funcionarán en todos los colegios, con una carga de cuatro horas en las escuelas de jornada completa y de dos horas en las de jornada simple. Estarán disponibles para reforzar contenidos, para mejorar las «prácticas de convivencia» o para trabajar los contenidos de las áreas transversales entre materias. Estas últimas estarán destinadas a educación Digital, Sexual Integral, Ambiental, Alimentaria o Financiera, entre otros ejes.
El punto que mayor dificultad podría llegar a generar para su puesta en práctica es el que refiere a la modificación en las dinámicas de organización dentro del aula. Es que el nuevo diseño prevé instaurar una «flexibilización de los grupos para potenciar los aprendizajes», centrada en tres ejes: heterogeneidad en los agrupamientos, electividad de los participantes y cantidad de participantes.
El primero establece que los y las alumnas podrán reagruparse dentro de su grado, como sucede hasta ahora, o «entre diferentes grados, promoviendo la rotación«. El segundo supone que esos agrupamientos «pueden formarse por designación de los docentes según criterios pedagógicos o por elección de los estudiantes basándose en sus intereses», lo que implica que los grupos «pueden ser más pequeños o más grandes, dependiendo del objetivo pedagógico».
El nuevo diseño curricular ya fue aprobado oficialmente y en diciembre llegará formalmente a los colegios, donde se realizarán tres nuevas jornadas EMI para continuar trabajando sobre su implementación. En febrero los nuevos manuales del diseño llegarán a las aulas de cara al inicio del ciclo lectivo en marzo. Según indicaron desde el Ministerio, se trata de «un manual de contenidos de 70 páginas que será la base para usar en el aula junto a láminas con objetivos e indicadores de Lengua y Matemática».