Entre tantos elementos químicos que necesitamos para el buen funcionamiento del cuerpo, se encuentra el magnesio, un mineral que participa en distintas funciones vitales. Mientras que muchos acceden a este a través de los alimentos, otros prefieren hacerlo con suplementos. Sin embargo, la gran mayoría de las personas no saben cuáles son los síntomas que aparecen ante su ausencia.
Según el sitio web Medline Plus, “el magnesio es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo”. “Ayuda a mantener el funcionamiento normal de músculos y nervios, brinda soporte a un sistema inmunitario saludable, mantiene constantes los latidos del corazón y ayuda a que los huesos permanezcan fuertes. También ayuda a ajustar los niveles de glucosa en la sangre y contribuye a la producción de energía y proteína”, señalaron.
Pese a la gran importancia que tiene en el ser humano, muy pocos consumen la cantidad necesaria. Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos indica que más de la mitad de la población ingiere menos magnesio del que necesita.
Mientras que un trabajo publicado en Scientifica sostiene que una persona de 70 kilos tiene una media de 25 gramos de magnesio en el cuerpo: un 53% en los huesos, un 27% en el músculo, un 19% en los tejidos blandos y menos de un 1% en el suero. Aunque es complicado determinar cuál es el nivel que tiene, si se trata de un déficit, podría sufrir riesgo de daños en el ADN y trastornos degenerativos crónicos.
A raíz de esto, es que una investigación publicada recientemente en European Journal of Nutrition señala la estrecha relación entre los niveles bajos de magnesio y las cantidades elevadas de un aminoácido genotóxico llamado homocisteína, combinación tóxica que daña los genes del organismo. Debido a esto es que lo que las personas más propensas a padecer alzhéimer y párkinson, enfermedades gastrointestinales, diversos tipos de cáncer y diabetes.
Según el sitio especializado Eating Well, existe una dosis diaria necesaria de magnesio en el cuerpo, que dependerá de la edad y el género. Sin embargo, es clave consultar al médico de cabecera antes de sumar o modificar la dieta de alguna forma.
Lo ideal es consumir magnesio de manera natural, es decir, a través de la extensa lista de alimentos ricos en este nutriente: Legumbres, nueces, semillas, cereales integrales, hortalizas de hojas verdes, cereales, leche y yogur, entre otros.