Ramón Orosa
Bilbao, 2 dic (EFE).- El Athletic Club recibe al Real Madrid este miércoles en San Mamés en su mejor momento en años, en LaLiga situado en posiciones de Liga de Campeones y entre los mejores en la Liga Europa, donde es segundo y colíder tras cinco de las ocho jornadas del novedoso formato de la primera fase continental.
Es decir, que si acabase ahora la competición el Athletic estaría incluso por encima sus propias ambiciones, que son las de acabar los más arriba posible en cada torneo, pero siempre pensando en obtener una plaza europea a través de la liga y clasificarse para las eliminatorias en la UEL.
Pero el equipo de Ernesto Valverde ve este curso poderoso y ha conseguido ya un par de semanas de tres partidos perfectas, sumando 9 de los 9 puntos posibles.
La última ésta que ha precedido a la visita del Madrid, que abrió ganando en San Mamés a la Real Sociedad en el más clásico de los derbis vascos (1-0), continuó goleando al IF Elfsborg también en La Catedral (3-0) y cerró remontado al Rayo en Vallecas (1-2).
Con el triunfo en Madrid el Athletic se aupó a la cuarta plaza de la clasificación liguera ya con 15 jornadas disputadas, un puesto de privilegio que le ha arrebatado a un Villarreal que tiene un partido menos jugado pero que visita este domingo Bilbao.
Con lo que al conjunto de Ernesto Valverde se le abre un escenario en el que soñar con consolidarse en puestos Champions si esta semana se le da como la anterior. Que será difícil.
Un sueño que sumar a otro que está alimentando sobremanera, el de jugar la final de la Liga Europa que se juega el 21 de mayo en San Mamés. Y para el que está empezando a coger billetes. De momento, se ha situado en la tabla en el Top8, las privilegiadas posiciones que evitan los dieciseisavos de final y dan ventaja de campo en los octavos.
Segundo, colíder y con tres puntos sobre el noveno clasificado a tres jornadas del final de la primera fase, el Athletic deberá refrendar su idílica situación en dos salidas seguidas a Estambul, para visitar al Fenerbahce y el Besiktas, y un cierre en San Mamés ante el Viktoria Pilsen.
Todos estos cálculos que el conjunto vasco hubiese firmado poder hacer a estas alturas del curso cuando comenzó la temporada son producto del excelente rendimiento de un equipo que lideran los Williams, Iñaki y Nico, apoyados en una plantilla larga y de calidad que no ha echado en falta ni a Unai Simón, titular indiscutible en la selección española que tan brillantemente ganó la Eurocopa este verano.
De ella, precisamente, volvió lesionado el meta rojiblanco. Pero en aquel equipo también estaban Dani Vivián, que parece haberse hecho con el puesto que dejó el también lesionado Robin Le Normand, y Nico Williams.
El pequeño de la saga es una caso aparte. Impactó como hacen pocos jugadores en un evento de tal trascendencia, le quiso el Barcelona en verano y es ya la indiscutible estrella rojiblanca. Nico no se cansa de percutir y percutir y al final su equipo saca réditos.
No tiene Nico unos números que deslumbre en cuanto a goles (2) y asistencias (5), pero es raro que en cualquiera de los tantos marcados por su equipo no haya tenido una importancia capital. Él desequilibra a los rivales y sus compañeros lo aprovechan.
Como hizo Oihan Sancet este domingo en Vallecas, donde dejó la firma de una de sus principales cualidades: el disparo. Curiosamente, el papel de agitador también debería ser para el ‘Lince de Mendillorri’, pero el media punta internacional se ha decidido por el de goleador que deslumbra e impacta mucho más. Ocho goles lleva ya Sancet, siete en LaLiga, donde pelea por el Trofeo Zarra.
Junto a Nico y Sancet completa el trío de estrellas entre los ‘leones’ el mayor de los Williams. Un tanto a la baja tras un inicio espectacular, con 5 goles -3 en Liga- y 4 asistencias, Iñaki, por su insistencia y profundidad, quizás sea el jugador que más quiere tener Valverde en el campo junto a Nico.
Otros jugadores de alta estima para el técnico son cualquiera de sus porteros, desde Unai Simón al ‘cachorro’ Alex Padilla que tan bien suplió al internacional y Julen Agirrezabala durante sus ausencias, y el medio centro Iñigo Ruiz de Galarreta, metrónomo y termómetro del equipo.
Asimismo a su pareja de veteranos laterales Oscar de Marcos (4 asistencias) y Yuri Berchiche, este ya más para guardar las espaldas de Nico que para sus características arrancadas. Y a sus centrales. Un trío en el que destaca Dani Vivian, cada vez a más alto nivel tras consolidarse con Luis de la Fuente, y completan el también internacional Aitor Paredes y Yeray Álvarez, que sería titular y probablemente también internacional si no fuese por sus continuas lesiones.
Beñat Prados (2 goles), sobresaliente tras hacerse con el puesto en su primer año en la primera plantilla, y Gorka Guruzeta -4 goles y 3 asistencias-, goleador y la pieza que mejor pega con los Williams y Sancet, completan un once que probablemente sea el de mañana.
Un equipo al que arropa una plantilla completa como no muchas veces en el Athletic y que espera el partido siempre de la temporada en Bilbao -aunque en el Siglo XXI junto al del Barcelona- en su mejor momento en años. En puestos de Champions en liga y en el Top8 en la Liga Europa. Dos sueños que le gustaría cumplir, empezando por doblegar al Madrid en un choque de campeones, el de Copa contra el de Liga y Champions. EFE