Arrancar un automóvil sin batería puede parecer complicado, pero hay soluciones para hacer frente a este tipo de situaciones. Cuando el vehículo carece de suficiente energía eléctrica para activar el motor de arranque, es crucial encontrar alternativas que se adapten a cada contexto. En las situaciones más complejas, donde no es posible cargar la batería del coche, existen diversas estrategias para poner el vehículo en marcha.
Aunque cargar la batería sería lo óptimo, no siempre es posible. Por tanto, es fundamental conocer los siguientes métodos para evitar inconvenientes mayores y asegurar que el desplazamiento en el vehículo continúe sin interrupciones.
Para el primero de los trucos, la persona cuyo coche se ha quedado sin batería requerirá de la ayuda de otra persona, que colabore, físicamente, en el encendido del motor.
El propio movimiento del vehículo se utiliza para generar electricidad, lo que permite el funcionamiento del sistema de iluminación, climatización y multimedia. Este proceso también posibilita la carga paulatina de la batería, siempre y cuando no presente daños.
Aunque la maniobra se puede realizar en cualquier clase de superficie, es recomendable empujar el coche en una cuesta descendiente, con tal de evitar esfuerzos físicos innecesarios. Seguidamente, se debe meter la segunda marcha y soltar el embrague, con cuidado, cuando el coche haya cogido suficiente velocidad. Al momento de soltar el embrague, es crucial hacerlo con la intensidad adecuada para minimizar los golpes de retención y facilitar el arranque del vehículo.
En casi cualquier supermercado o gasolinera es posible adquirir unas pinzas, herramientas que muchos conductores llevan consigo por precaución. Estas pinzas resultan esenciales en situaciones de emergencia para arrancar un coche, aunque pueda parecer más sencillo pedir a alguien ayuda para empujar un vehículo. Sin embargo, cargar con unas pinzas ofrece cierta tranquilidad ante la posibilidad de un fallo del coche. Aunque puede que no se requieran frecuentemente, disponer de ellas garantiza una pronta solución ante cualquier contratiempo que impida el arranque.
Las pinzas deben ser colocadas en los bornes correspondientes, guiándose por los colores en los extremos para asegurar una conexión segura. Todo esto hace que las pinzas de coche, cuyo precio oscila entre 20 y 30 euros, se presenten como una solución práctica frente a una batería agotada. Además, resulta imprescindible subrayar la necesidad de contar con la ayuda de otro coche, el cual tenga batería.
Aumentar ligeramente la velocidad del coche cuya batería se ha agotado es una recomendación clave para conseguir que el motor se encienda. Asimismo, el sitio web motor.es aconseja que el coche que presta la batería deberá mantener el motor en marcha, durante el proceso, para evitar que esta sufra un posible desgaste, así como deberá apagar los sistemas multimedia y de climatización para reducir el consumo de energía.
Al igual que existen baterías portátiles para evitar que los teléfonos móviles se queden sin batería cuando estamos fuera de casa, también se comercializan arrancadores de coches, con un amplio rango de precios, que permitirán arrancar el motor del coche sin la ayuda de terceras personas ni de las baterías de otros coches.
Utilizar una de estas powerbank especiales para el automóvil requiere seguir un método simple. Se conectan a los bornes de la batería a través de sus pinzas, guiándonos por los colores de referencia para asegurar una conexión correcta. Sin embargo, es esencial que estas estén completamente cargadas para su uso efectivo, igual que con las pinzas tradicionales.
Para que la batería del coche se recargue progresivamente, es clave mantener el encendido del motor mientras se desconecta el dispositivo de alimentación después de obtener un arranque exitoso.