El sistema previsional actualmente en Argentina se encuentra atravesando una situación muy compleja, sobre todo tras la fuerte pérdida del poder adquisitivo que trajo aparejada la inflación y a eso se le suma la exigencia que se le hace al Gobierno pensando en reformas que combatan la crisis de los jubilados. En este contexto, este medio se comunicó con el gerontólogo y defensor de la tercera edad, Eugenio Semino.
Eugenio Semino explicó que solo 1.4 millones de jubilados, los llamados aportantes puros, reciben ajustes ligados al salario mínimo, vital y móvil, representando el 82% de este. Por otro lado, 5 millones de jubilados que cobran la mínima reciben bonos no remunerativos, pero sin la aplicación del índice de precios al consumidor, lo que degrada su poder adquisitivo. “Van a reajustar el 2.7% en febrero, lo que equivale a apenas 7.000 pesos”, destacó Semino, señalando que los haberes no alcanzan para cubrir necesidades básicas.
Aportantes puros e impuros
El entrevistado también criticó la división en términos entre “aportantes puros” e “impuros” utilizada por el titular de ANSES. Para Semino, esta clasificación estigmatiza a quienes accedieron al sistema mediante moratorias y desatiende la realidad de millones de adultos mayores.
El aumento de los medicamentos y su influencia en la canasta del jubilado
El costo de vida para los jubilados es insostenible. El defensor de la tercera edad destacó que, con haberes de 230.000 a $240.000, no se puede hacer frente a una canasta básica que supera el millón de pesos. Además, la inflación de 2023 golpeó con fuerza a este sector: mientras los ajustes jubilatorios fueron del 105%, los medicamentos aumentaron un 220%. “Los medicamentos son un peso grande en la canasta del jubilado, y la mayoría ya no cuenta con los descuentos que tenían”, explicó, refiriéndose a productos esenciales como analgésicos.
Esta situación se agrava por las restricciones del PAMI, que ha dificultado el acceso a la cobertura del 100% para muchos tratamientos. “Los jubilados no pueden afrontar estos costos y tampoco reciben respuestas”, aseveró Semino.
De cara a las posibles reformas que puede haber, el gerontólogo fue pesimista. “El sistema político está centrado en sus necesidades electorales, y el padecimiento de los jubilados no está en ninguna agenda”, lamentó. A su vez, enfatizó la falta de propuestas legislativas que aborden la emergencia previsional, especialmente en un contexto donde la inflación y la devaluación erosionan constantemente los ingresos.