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Moreno. Inseguridad, represión e hipocresía de La Libertad Avanza

El asesinato de Lucas Aguilar, trabajador de Pedidos Ya, ha puesto en evidencia las tensiones políticas y sociales en el distrito de Moreno, cuyas repercusiones van más allá de lo local y escalan a nivel nacional. Este crimen, junto con otros ocurridos en las últimas semanas, enmarca una creciente ola de inseguridad en el distrito que involucra a las fuerzas policiales de la provincia de Buenos Aires y la respuesta del gobierno municipal a través de la represión ante los reclamos de justicia.

La situación ha generado un intenso debate sobre el uso de la represión frente a los reclamos sociales. A su vez, ha expuesto el oportunismo político de La Libertad Avanza, especialmente a través de la presencia de Lilia Lemoine en el distrito, quien ha intentado capitalizar un reclamo genuino para hacer política barata.

Generan inseguridad y encima reprimen

El caso de Lucas Aguilar, trabajador de la aplicación Pedidos Ya, conmocionó a la comunidad de Moreno, especialmente en un contexto de creciente inseguridad. Durante esa semana, se sucedieron varios hechos violentos en distintos barrios de la zona, muchos de ellos terminando en asesinatos. Un día antes del asesinato de Lucas, el joven de 20 años fue entrevistado por C5N. En esa entrevista, Lucas expresó: “Esto viene pasando porque la zona está re liberada” y agregó que “Moreno es tierra de nadie”. Apenas 24 horas después, fue víctima de un crimen brutal.

Este hecho ha alimentado una agenda de oportunismo político, en la que actores de la derecha más rancia intentan sacar rédito del malestar social generado por la creciente inseguridad y desigualdad.

También cabe destacar que el gobierno de Mariel Fernández, durante sus cinco años de gestión municipal, ha consolidado una política de represión contra aquellos que reclaman frente al palacio municipal. Esto se refleja en situaciones como las de la comunidad educativa de la Espunm, manteros, feriantes y trabajadores municipales, quienes han sido víctimas de represión y hostigamiento por parte de la policía de Kicillof, sin que exista un control real sobre su accionar.

Este tipo de medidas no solo muestran un claro intento de reprimir los reclamos legítimos de la población, sino que también parecen orientadas a generar pánico en la sociedad, sirviendo de base para el discurso de aquellos que buscan aprovecharse de la inseguridad y la desconfianza generalizada, exacerbando las divisiones sociales.

Hipocresía y oportunismo

Por otro lado, la postura de ciertos sectores políticos, como el liderado por Lilia Lemoine y el clan Vera, ha sido vista como una clara muestra de hipocresía. Aunque se presentan como “defensores” de algunas víctimas de hechos de inseguridad y en contra de la represión, no se puede obviar que, a nivel nacional, esta misma fuerza política ha implementado políticas que afectan gravemente a los trabajadores, jubilados, mujeres, disidencias y a todos aquellos que luchan contra el ajuste y los recortes de derechos que propone el gobierno de Javier Milei. Esta hipocresía y carancheo político son evidentes y es necesario repudiarlos. Aquellos que se disfrazan de defensores de la libertad son los mismos que generan tal desigualdad social y criminalizan las protestas legítimas de cualquier trabajador.

Como si fuera poco, la presencia de Lilia Lemoine en Moreno, el presidente de la Nación, tras conocerse el caso del trabajador de Pedidos Ya, creó la Condecoración al Valor del Hombre Común. El primero en recibirla post mortem será Lucas Aguilar. Javier Milei lo definió así: «Lucas es un héroe y una inspiración para todo el pueblo argentino, y en particular para los bonaerenses, que, ante la desidia, la inoperancia y el garantismo del gobernador Kicillof, están sufriendo una catastrófica ola de inseguridad que está terminando en un baño de sangre para la gente común. QEPD, Lucas», concluyó el mensaje.

Reclamo por Seguridad y Justicia

El lunes, cerca de 400 personas se reunieron en la Plaza Mariano Moreno para reclamar justicia por Lucas Aguilar. Una vez más, se hicieron presentes las familias afectadas por pérdidas inesperadas, violencia y brutalidad, así como por juicios que se demoran. En esta manifestación, la familia de Lucas no participó por respeto al duelo y porque no querían que se utilice su muerte para el rédito político-partidario, cuestión que no entendió La Libertad Avanza, que a su vez fue repudiada y escrachada en la misma concentración por varios manifestantes.

El Palacio de Gobierno tuvo un simbólico vallado metálico que separaba a los manifestantes de la guardia policial. Entre los presentes, muchos destacaban la creciente ola de delitos y las “zonas liberadas”. Esta vez, a diferencia del viernes anterior, no hubo represión.

Construir una alternativa de seguridad a nuestra medida

Ante esta situación, exigimos como principal medida la retirada de las fuerzas represivas como intermediarias de los reclamos sociales. Además, proponemos la creación de una comisión independiente, conformada por trabajadores, vecinos, personalidades intachables y funcionarios, que se encargue del control y seguimiento del accionar policial, con el objetivo de garantizar el respeto de los derechos humanos y la transparencia.

También exigimos la elección popular de comisarios y jueces con mandato revocable, como una medida para avanzar hacia el control social. Esta iniciativa busca asegurar que las decisiones relacionadas con la seguridad no se tomen de manera autoritaria ni represiva, sino en un marco de participación y control social por parte del pueblo trabajador. Es decir, discutir y construir medidas de seguridad ante las necesidades de los trabajadores.

Entendemos que los hechos de inseguridad y su creciente magnitud están totalmente ligados a la desigualdad social, la exclusión y la marginalidad juvenil (problemas para acceder a un primer empleo o simplemente a la educación), y que el gran problema de esto tiene que ver con la connivencia entre las fuerzas policiales y las políticas. Por eso creemos que no hay solución para esta fuerza; no sirven las reformas cosméticas. Sin medidas sociales urgentes y combate a la complicidad e impunidad de jueces, policías y punteros políticos, no habrá solución para los reclamos de seguridad.

En lo inmediato, rechazamos la propuesta de los diferentes gobiernos de “más policías, más seguridad”, porque la policía es una de las fuerzas represivas del Estado, encargada del orden social impuesto por los capitalistas.

La derecha jamás solucionó el problema de la inseguridad. Tal es así que Patricia Bullrich ya ocupó el cargo de ministra de Seguridad en el gobierno de Macri y, actualmente, en sus gestiones el delito no bajó. Tampoco la solución llegó con los diferentes gobiernos peronistas. La inseguridad es el caballito de batalla de la derecha, pero cada vez que gobiernan la inseguridad crece y las fuerzas se especializan en reprimir a laburantes.

Natalia Verón – MST en el FIT Unidad – Moreno

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