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Tras el derrumbe histórico del consumo masivo en 2024, los argentinos tendrán revancha en 2025?

El consumo masivo en la Argentina enfrentó en 2024 su mayor caída en años, con una contracción del 17% en comparación con el período anterior, según los registros de la consultora especializada NielsenIQ (NIQ). Sin embargo, con la baja de la inflación y una leve recuperación del poder adquisitivo, el 2025 se presenta con mejores perspectivas, aunque aún lejos de los niveles previos a la crisis.

De acuerdo con este análisis, el comportamiento de compra de los argentinos en 2024 estuvo marcado por un fuerte ajuste en los hogares, priorizando el ahorro y la búsqueda de alternativas más accesibles. En este sentido, el 78% de los consumidores declaró haber realizado compras con mayor cuidado en productos esenciales; mientras que el 65% optó por cambiar marcas reconocidas por opciones más económicas.

Según analiza NIQ, algunas pinceladas de lo que ocurrió durante el primer año de la gestión mileísta pasó por:

  • Un mayor gasto en servicios y transporte: el incremento en los costos del hogar redujo la disponibilidad de dinero para el consumo masivo.
  • La búsqueda de ahorro en compras: creció la preferencia por marcas de menor precio, formatos más pequeños y la compra a granel. También hubo un reacomodamiento de los canales de venta: los supermercados recuperaron precios atrasados, pero con una fuerte baja de volumen. Los almacenes ganaron participación, mientras que los autoservicios y kioscos vieron una caída en su negocio.
  • Otra postal del 2024 mostró promociones y marcas propias en auge: el 34% del volumen de ventas en supermercados en el último trimestre de 2024 se realizó bajo promoción, mientras que las marcas propias alcanzaron su pico en el primer semestre del año.

Tendencias de consumo para 2025

Para este año, se profundizarán algunas tendencias de 2024:

  • Inflación en baja, pero con impacto desigual: «Mientras que la desaceleración beneficia el consumo en general, el aumento en los costos de servicios seguirá restringiendo la capacidad de compra», explica Javier González, analista de la consultora.
  • Crecimiento dispar entre niveles socioeconómicos: los segmentos de mayores ingresos liderarán la recuperación en bienes durables y servicios, mientras que los sectores más bajos seguirán priorizando necesidades básicas.
  • Prudencia y racionalización del consumo: aunque el Índice de Confianza del Consumidor alcanzó su nivel más alto en nueve años en enero de 2025, los compradores mantendrán estrategias de ahorro y preferirán opciones más accesibles.

NIQ estima que el consumo crecerá en volumen un 8% versus 2024, pero seguirá debajo del 2023.

Según explica González, “el 2024 marcó un punto de inflexión en el consumo masivo en Argentina, con una caída histórica que impactó en todas las categorías y canales de venta. Para 2025, si bien se espera una recuperación parcial, el consumidor argentino seguirá siendo estratégico en sus decisiones de compra, priorizando el precio y la relación costo-beneficio”, señaló.

Según los datos de Scentia, otra de las consultoras que mide las ventas en supermercados y autoservicios, el 2024 cerró con una caída del 13,9% respecto del año anterior, el tercer peor registro de los últimos 22 años, luego de 2002 y 2003.

Y en enero la situación no cambió demasiado: las ventas se desplomaron 10,6% a nivel interanual y ya acumula 13 meses con números rojos. La base de comparación es contra un mes de por sí bajo, teniendo en cuenta que enero de 2024 marcó un fuerte retroceso por la devaluación previa de diciembre, que llevó a los consumidores a anticipar compras para stockearse.

NE


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