Las distribuidoras Edenor y Edesur le pidieron al gobierno nacional que aplique un nuevo tarifazo en el servicio eléctrico de al menos el 10 por ciento en las boletas del próximo mes. Además, exigieron que se le dé forma a un incremento mensual atado al continuo aumento de la inflación.
El planteo que caerá de lleno en los bolsillos de los usuarios –porque el Estado no asumirá subsidiar esa demanda- fue hecho durante una audiencia pública convocada por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), para debatir precisamente la “actualización” de la tarifa eléctrica.
Ahora, el ente regulador y la Secretaría de Energía deberán analizar los números y dar una respuesta en las próximas semanas al pedido que, según el argumento de las empresas, fue hecho de acuerdo a “la evolución del perfil de los consumidores en los últimos años”.
La que propuso que el incremento sea alrededor del 10 por ciento, es decir por encima del promedio de la inflación mensual, fue la empresa Edenor. Según su exigencia, la distribución de la que ella y Edesur se encargan tendrá una suba de al menos el 20 por ciento.
Para cubrir esos gastos sostuvieron que le alcanza con que ese gasto no baje del 8 por ciento, pero que se le sume alrededor del 2 por ciento que le demandan los costos de las transportistas.
Según detalló la distribuidora, la tarifa que paga un usuario se compone de cuatro elementos en distintos porcentajes. La generación abarca el 44 por ciento de lo que se paga, la distribución demanda el 30 por ciento, el 24 por ciento son impuestos y el transporte el 2.
Pero en caso de obtener la luz verde, ese porcentaje no se quedará quieto ya que en la demanda de la compañía incluye que las tarifas se actualicen mensualmente según la evolución de los precios al consumidor.
La excusa es que todo sube: impuestos, costos operativos del servicio y amortizaciones. Pero hay un argumento más: el costo de la energía eléctrica que se paga en la Argentina es uno de los más bajos de la región.
Por el lado de Edesur, se planteó introducir «un esquema que refleje la evolución del perfil de los consumidores en los últimos años» sin brindar detalles del impacto que el nuevo régimen tarifario produciría en los clientes.
La propuesta para las pequeñas demandas implica una «simplificación de escalas tarifarias» pasando de 6 a 2 categorías, así como «la eliminación de altos entre categorías» junto con «la contrastación de potencia para suministros trifásicos». En relación a las medianas y grandes semanas, la compañía sugirió mantener los cargos actuales pero incrementar el valor de los recargos por exceso de potencia.
La respuesta del gobierno de Javier Milei no deberá tardar pues la actualización del nuevo cuadro tarifario debe estar listo para la última semana de marzo, de modo tal que se pueda aplicar en abril.