El Parlamento de Irán ha planteado la posibilidad de bloquear el estrecho de Ormuz , una de las rutas marítimas más importantes para el comercio mundial de petróleo, como represalia por el ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes.
La decisión final sobre esta acción, que podría tener un impacto significativo en el ámbito económico y geopolítico, dependerá del líder supremo, el ayatolá Alí Khamenei.
El general Esmaeil Kousari, integrante de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento, declaró en la televisión estatal iraní que la Cámara “ha llegado a la conclusión de que es necesario cerrar el estrecho, aunque la resolución definitiva corresponde al Consejo Supremo de Seguridad Nacional”.
Esta propuesta legislativa marca un avance formal hacia una posible intensificación del conflicto en la región del Golfo Pérsico y evidencia la presión interna para responder con contundencia a la ofensiva estadounidense.
El Bolsón: una anciana de 85 años se perdió en un cerro y pasó más de 20 horas a la intemperie
El estrecho de Ormuz es uno de los puntos geoestratégicos más delicados del planeta. Por este paso marítimo transita cerca del 20 % del petróleo que se comercia a nivel mundial. Cualquier alteración en el flujo de buques por esta vía tendría consecuencias inmediatas tanto para los mercados energéticos internacionales como para la estabilidad en la región.
Los expertos del sector energético han advertido sobre el impacto potencial de un cierre, total o parcial, de este paso marítimo. Warren Patterson, responsable de estrategia de materias primas de ING Research, mencionó que “una interrupción significativa de estos flujos sería suficiente para impulsar los precios a 120 dólares por barril”, en referencia al crudo Brent. Patterson señaló que, si las interrupciones se prolongan hacia finales de año, “podríamos ver al Brent cotizando a nuevos máximos históricos, superando el récord de cerca de 150 dólares por barril establecido en 2008”.
Cerraron un paso fronterizo por nieve: así están los accesos a Chile
El contexto geopolítico en la región del Golfo Pérsico ya es tenso debido a los recientes ataques y a la presión internacional sobre el programa nuclear iraní. El Parlamento persa sostiene que la opción de cerrar el estrecho busca presionar a los países occidentales y reafirmar su capacidad de respuesta ante acciones que considere hostiles. Sin embargo, la implementación de esta medida se presenta como un dilema estratégico para la dirigencia iraní, que deberá sopesar los beneficios de mostrar fuerza frente a los costos económicos y el riesgo de una escalada militar.
Buscan gestionar el retorno de argentinos varados en Israel tras el conflicto con Irán
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional, órgano que asesora directamente a Khamenei, tiene la autoridad de decidir sobre cuestiones de seguridad nacional y defensa. Una eventual decisión de cerrar el estrecho requeriría no solo implementar medidas de control naval, sino también preparar a Irán para eventuales represalias militares o sanciones económicas internacionales más severas.
A lo largo de los últimos años, Teherán ha amenazado en varias ocasiones con cerrar el estrecho de Ormuz como mecanismo de presión en su disputa con Estados Unidos y sus aliados. No obstante, hasta el momento, el tránsito no ha sido interrumpido debido al reconocimiento del alto costo que implicaría para todas las partes involucradas.
La comunidad internacional observa con atención los acontecimientos ante la posibilidad de una interrupción en el suministro de energía global. La Unión Europea, China, India y otros grandes consumidores de petróleo dependen del flujo que cruza el estrecho de Ormuz. Una escalada podría elevar el precio de la energía, afectar las cadenas de suministro y agravar la situación económica global.
La dura advertencia a turistas que practican «culipatín» en zonas prohibidas del Cerro Catedral
El anuncio de la Asamblea Consultiva Islámica marca una nueva etapa de incertidumbre en la región. El liderazgo iraní analiza sus próximas acciones, mientras el mercado energético anticipa escenarios de volatilidad. La decisión de cerrar o no el estrecho de Ormuz se perfila como un factor determinante en la evolución del conflicto y en la estabilidad de los mercados internacionales del petróleo.
Con información de Infobae