El director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA), Bill Pulte, un funcionario de la administración Trump, sugirió el viernes que el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, estaría considerando su renuncia.
En una declaración publicada en la red social X y en el sitio web de la agencia, Pulte expresó estar »alentado» por los informes sobre una posible renuncia de Powell, afirmando que »sería la decisión correcta para Estados Unidos» y que la economía florecería tras su salida.
Sin embargo, no ha habido una confirmación pública que respalde esa afirmación y la Reserva Federal se negó a comentar sobre el tema. Un portavoz del organismo recordó que Powell ha manifestado reiteradamente su intención de completar su mandato, que finaliza el 15 de mayo de 2026. Además, su cargo como miembro de la junta de gobernadores del banco central se extiende hasta el 31 de enero de 2028.
Bill Pulte, confirmado en su puesto en marzo, ha sido un crítico abierto de Powell, especialmente por su manejo de la política monetaria. Desde su llegada al cargo, ha instado repetidamente a Powell a reducir las tasas de interés y ha sostenido que el mercado de la vivienda mejoraría notablemente si se implementaran recortes.
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Desde junio, cuando la FED decidió mantener estables las tasas de interés por cuarta vez consecutiva, Pulte intensificó sus ataques, pidiendo a diario su renuncia o incluso una investigación en el Congreso.
En una publicación reciente, Pulte acusó a Powell de tener sesgo político y de ofrecer testimonios engañosos, lo cual, sería suficiente para ser destituido »por causa justificada». También ha criticado el manejo del proyecto de renovación de la sede del banco central, calificándolo de »malversación».
El tema de la renovación ha cobrado mayor notoriedad recientemente. El director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), Russell Vought, también vinculado a la administración Trump, envió una carta a la FED cuestionando el proyecto de remodelación de sus dos edificios principales en Washington D.C.
Vought calificó el proyecto como una »reforma ostentosa» y señaló que el testimonio de Powell al respecto deja »serias dudas» sobre su cumplimiento con los planes aprobados por la Comisión Nacional de Planificación del Capitolio.
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Durante una audiencia reciente del Comité Bancario del Senado, el senador Tim Scott (Republicano-Carolina del Sur) también criticó el proyecto, comparándolo con el Palacio de Versalles. Powell, en su defensa, negó la existencia de lujos innecesarios como comedores VIP, jardines en la azotea o nuevas fuentes de agua.
Afirmó que muchas de las críticas mediáticas son »inexactas y engañosas», aunque reconoció los sobrecostos del proyecto, inicialmente valorado en USD 1,9 mil millones y que ha aumentado a USD 2,5 mil millones, principalmente por el »alza en el costo de materiales como madera, acero y cemento».
Donald Trump, quien nombró a Powell como presidente de la FED en 2017, también ha sugerido que debería renunciar. En una reunión reciente de gabinete abierta a la prensa, el expresidente reiteró su posición: »Debería renunciar de inmediato. Necesitamos a alguien que baje las tasas de interés», afirmó.
Legalmente, el presidente de la FED solo puede ser removido »por causa justificada», una protección que busca preservar la independencia del banco central. A pesar de las presiones políticas, Powell ha defendido la integridad y autonomía de la institución.
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