Parece que hay una epidemia en el cine. No, a no preocuparse que no se trata de una enfermedad contagiosa, aunque sí -parece- entre los guionistas. y Lo sufre hasta Pedro Pascal.
Es la de las películas que comienzan bien, son entretenidas si se trata de filmes de acción, de terror, o comedias, pero que llegado un momento desbarrancan tan, pero tan mal, que dan ganas de tirarles tomates, verduras -o pochoclos y nachos- a la pantalla.
Amores materialistas es una de ellas.
Pedro Pascal, Dakota Johnson y Chris Evans: un triángulo
La comedia romántica con Dakota Johnson, Chris Evans y Pedro Pascal tiene un arranque promisorio. La intérprete de Cincuenta sombras de Grey, como su hubiese aprendido de cuestiones amorosas y no meramente sexuales y de dominio, es aquí una casamentera. Viste bien, trabaja en una oficina a todo lujo, todas la aman -todas con a, porque quienes se dedican a hacer “match” entre sus clientes son mujeres- y no piensa entablar una relación con ningún hombre o mujer.
Ni lo sueña.
Su tarea es se intermediaria en relaciones amorosas, facilitando los encuentros entre dos personas. Escucha a uno y a otra, y les arma una cita.
En eso está cuando una clienta a invita a su casamiento. Lucy va, y luego de repartir tarjetitas entre mujeres solteras que buscan compañía, no va que:
1.) Se topa con el hermano del novio. Harry (Pedro Pascal) no sólo es multimillonario, apuesto y alto (un dato que, si van a ver la película, notarán que no es menor) sino que queda perdidamente enamorado de ella.
2.) Cuando Lucy dice que su bebida preferida es cerveza y Coca Cola, de la nada las manos de un mozo se las alcanza. Es John (Chris Evans), un exnovio de Lucy.
Vieron que no solo el mundo es un pañuelo, sino que también suele ser muy pequeño, estrecho el ingenio o la creatividad de los guionistas de Hollywood a la hora de redactar historias propias, pretendidamente “nuevas”.
Y eso que no arrancaba mal…
Y ahí está Lucy, debatiéndose qué hacer. Si dejarse seducir por el penthouse que tiene Harry -un candidato, nos dicen, que es imposible de rechazar- o regresar a los brazos del más pobretón John, un actor de teatro independiente, independientemente de que vive subalquilando su departamento porque no tiene un dólar partido al medio.
Decíamos al comienzo que Amores materialistas no comenzaba mal. Tampoco en su desarrollo el filme de Celine Song da muestras de cansancio -encuentro fortuito en el casamiento de los personajes mediante-, pero llega una escena en la que todo, definitivamente todo se va al, digamos elegantemente, demonio.
Son esas revelaciones que sólo pueden escucharse en un cine.
Y eso que Celine Song había tenido con su anterior película, Vidas pasadas, dos nominaciones fuertes al Oscar el año pasado: mejor película y mejor guion original.
Digan que las nominaciones al premio de la Academia no pueden retirarse, porque si no…
Es a partir de esa escena que todo se torna más y más increíble.
Los tres intérpretes, con pasado y presente en el mundo de Marvel como superhéroes (Dakota como Cassandra Webb, Evans como el ex Capitán América, Pascal como el nuevo Mr. Fantastic) nada pueden hacer ni con sus superpoderes para mejorar el rumbo de una película romántica que termina rompiendo otros órganos tan importantes como el corazón. Pero que son otros.
“Amores materialistas”
Regular
Romántica. Estados Unidos / Finlandia, 2025. Título original: “Materialists”.117’, SAM 13. De: Celine Song. Con: Dakota Johnson, Chris Evans, Pedro Pascal, Zoe Winters. Salas: Cinemark Palermo, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Belgrano, Norcenter, Haedo y Quilmes.