El conflicto en una planta industrial dedicada a la producción de neumáticos se profundizó en las últimas horas tras el cierre repentino de sus instalaciones y el despido de la totalidad de su personal, en un contexto marcado por denuncias sindicales, intervención de las autoridades laborales y un fuerte impacto social en la capital provincial.
Este martes, los trabajadores echados realizaron un corte de media calzada para visibilizar la situación y exigir respuestas. La protesta se llevó adelante pese a que el Ministerio de Trabajo provincial había dictado la conciliación obligatoria y declarado ilegales las cesantías.
Según denunciaron los operarios, la empresa avanzó con el cierre sin abrir instancias de diálogo ni negociación con el gremio. Además, señalaron que el procedimiento incluyó la presencia de seguridad privada y escribanos, lo que fue interpretado como una maniobra para imponer la decisión por la fuerza.
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Miguel Díaz, delegado sindical, relató cómo se produjo la notificación. “Llegaron con escribanos y patovicas. Es evidente que es una acción sin legitimidad, por eso intentaron imponerla por la fuerza”, afirmó, y sostuvo que no hubo comunicaciones formales previas con los trabajadores.
Info Gremiales
La planta afectada pertenece a la empresa Industrias del Fuego S.A. (IBF), dedicada a la fabricación de neumáticos, y está ubicada en la ciudad de Córdoba, donde empleaba a unos 40 operarios al momento del cierre.
Desde el sindicato advirtieron que la modalidad utilizada vulnera derechos laborales básicos. “Las patronales están desbocadas. Quieren negar que existen leyes laborales”, sostuvo Díaz, quien calificó la decisión empresarial como “totalmente desmedida”.
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El conflicto se agravó con un episodio judicial ocurrido durante la permanencia pacífica de los trabajadores dentro de la planta. Germán Silva, referente del Sindicato del Neumático en Córdoba, denunció que se presentó una acusación falsa para habilitar el desalojo policial. “Hubo una denuncia anónima diciendo que teníamos a un trabajador secuestrado dentro de la planta. Con esa excusa la fiscalía dictó la orden y la policía vino a sacarnos de prepo”, explicó.
Info Gremiales
Pese a la intervención de las autoridades laborales, que intimaron a la empresa a reincorporar al personal, la fábrica permaneció cerrada y sin representantes que dieran explicaciones. Desde el gremio remarcaron que nunca se notificó formalmente a los delegados ni se respetaron los procedimientos legales vigentes.
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Durante la protesta, los despedidos recibieron el apoyo de organizaciones gremiales, sociales, docentes y universitarias. Coincidieron en señalar que el caso no es aislado, sino que se inscribe en un contexto de cierres industriales, despidos y precarización laboral.
SUTNA
En ese marco, el SUTNA nacional denunció los hechos y definió un paro inmediato en toda la provincia, que se desarrolló en paralelo al reclamo por paritarias del sector. La medida fue convocada ante la gravedad de la situación y el incumplimiento de la conciliación obligatoria.
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Los trabajadores continúan reclamando la reincorporación y el cumplimiento de la legislación laboral, mientras el conflicto sigue abierto y genera impacto social en la capital provincial.
IBF Córdoba
Las razones que llevaron al cierre definitivo de la fábrica de neumáticos
La planta de neumáticos IBF comenzó a operar en Córdoba como un emprendimiento industrial de escala media, orientado a la producción y recapado de neumáticos, con foco en el mercado interno. Durante sus primeros años mantuvo una dotación estable de trabajadores y una actividad productiva regular, vinculada principalmente al abastecimiento regional.
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Con el correr del tiempo, la empresa atravesó distintos períodos de inestabilidad, que incluyeron interrupciones en la producción, dificultades financieras y conflictos recurrentes con su plantel de trabajadores. Según denuncias sindicales, en esos años comenzaron a registrarse atrasos en el pago de salarios y problemas en el cumplimiento de obligaciones laborales.
En etapas posteriores, IBF aplicó suspensiones, reducciones de turnos y cambios en las condiciones de trabajo, lo que derivó en reclamos gremiales y en la intervención del Ministerio de Trabajo en más de una oportunidad. Los delegados señalaron que nunca se presentó un plan de crisis formal ni se informó oficialmente un proceso de cierre o reconversión.
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Durante el último período de funcionamiento, la planta operó de manera intermitente, con menor nivel de actividad y sin anuncios claros sobre su continuidad. Los trabajadores advirtieron sobre un proceso de vaciamiento progresivo, marcado por la falta de inversión y la incertidumbre permanente sobre el futuro de la fábrica.
El cierre repentino de la planta y el despido de los 40 operarios fue señalado por el sindicato como el desenlace de ese proceso, ejecutado sin cumplir los mecanismos legales previstos y sin instancias de negociación, lo que derivó en el conflicto laboral y judicial que actualmente permanece abierto.
Para el sindicato, el caso se inscribe en una tendencia más amplia del sector industrial, donde se repiten situaciones de cierres, despidos y conflictos laborales, y advierten que sin controles efectivos podrían multiplicarse escenarios similares.