La reconocida heladería y chocolatería Rapanui dio un nuevo paso en su estrategia de crecimiento al desembarcar en Trevelin con un ambicioso proyecto productivo que combina desarrollo local, integración de la cadena de valor y proyección internacional.
La firma, cuyos productos llegan a decenas de países y se convirtieron en un emblema de la Patagonia, adquirió un campo en la localidad chubutense con el objetivo de producir frambuesas, la materia prima clave de su producto estrella: las Franui.
La búsqueda de un lugar adecuado demandó más de tres años de análisis hasta dar con las condiciones de suelo y clima que Rapanui consideró óptimas. Finalmente, la elección recayó en Trevelin, una zona que en los últimos años viene consolidándose como un polo productivo emergente de la Patagonia, con fuerte impulso al agroturismo y a las economías regionales.
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Franuí, el producto estrella de la marca.
Una decisión estratégica para cerrar la cadena productiva
El objetivo central de la familia Fenoglio es avanzar hacia una producción propia de frambuesas que les permita garantizar calidad y trazabilidad desde el origen. “Es un sueño hecho realidad”, expresó Aldo Fenoglio al referirse a la compra del campo, en diálogo con la agencia ANB.
Al mismo tiempo, explicó que Trevelin ofrece condiciones naturales que no se encuentran en Bariloche, especialmente por su menor rigor climático.
En una primera etapa, el plan prevé poner en producción unas 50 hectáreas, con la meta de alcanzar las 100 hectáreas en un plazo estimado de ocho años. La primera cosecha, sin embargo, no será inmediata: los tiempos agrícolas indican que los primeros frutos recién se obtendrán dentro de unos tres años.
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El plan de la familia Fenoglio prevé poner en producción unas 50 hectáreas.
La elección de variedades específicas apunta, además, a mejorar la calidad de la frambuesa utilizada en las Franui, un producto que la empresa comenzó a elaborar hace más de una década, cuando no existían propuestas similares en el mercado, y que hoy se exporta a más de 50 países.
Empleo, valor agregado y efecto multiplicador
Mientras avanzan las plantaciones, Rapanui proyecta un segundo paso clave: la construcción de una planta de procesamiento en Trevelin, donde se congelará y elaborará la fruta. La intención es que todo el proceso productivo de las Franui se realice en la localidad, lo que permitirá generar alrededor de 130 puestos de trabajo directos.
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Fenoglio subrayó que la inversión también busca funcionar como disparador para otros productores locales. “Buscamos también que sea un incentivo para aquellos que tienen campo en Trevelin y, quizás, motivar a que otras personas planten frambuesas”, señaló, con la expectativa de que la zona logre producir la fruta a mayor escala.
