La producción de gas natural en Argentina alcanzó en mayo un promedio diario de 146,09 millones de metros cúbicos, según datos oficiales de la Secretaría de Energía. De ese total, Vaca Muerta aportó 79,35 millones, lo que equivale al 54,31% del volumen nacional, consolidando al shale gas como el segmento dominante frente al convencional y al tight.
Un año atrás, el shale representaba el 51,30% de la producción. En contraste, el gas convencional redujo su participación del 35,41% al 35,10%, mientras que el tight gas retrocedió del 13,28% al 10,57%, con una caída de producción cercana a los 4,5 millones de metros cúbicos por día.
La expansión del shale gas en la Cuenca Neuquina responde al desarrollo sostenido de áreas como Sierra Chata, La Calera y Fortín de Piedra, y a la disponibilidad de infraestructura que permite evacuar mayores volúmenes hacia los centros de consumo. Para junio, con la llegada de temperaturas más bajas y mayor capacidad disponible en los gasoductos Perito Moreno y Norte, se espera un repunte en la producción.
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Demanda futura por GNL
El crecimiento de Vaca Muerta como proveedor de gas se proyecta a largo plazo, especialmente por la demanda esperada de los proyectos de gas natural licuado (GNL). La primera fase del proyecto “Argentina LNG”, impulsado por YPF y Shell a través de Southern Energy S.A., requerirá 25 millones de metros cúbicos diarios para abastecer dos unidades flotantes de licuefacción en la costa de Río Negro.
El plan completo, que contempla tres etapas, apunta a una demanda superior a los 100 millones de metros cúbicos diarios, volumen que triplicaría la producción actual de shale gas. Según estimaciones de YPF, la primera exportación podría concretarse hacia 2030, en función del cumplimiento de los cronogramas de inversión y construcción.
Además del mercado externo, las operadoras deberán seguir cumpliendo con el abastecimiento local, regulado por los contratos del Plan Gas.Ar vigentes hasta diciembre de 2028.
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Panorama de inversiones
El sector hidrocarburífero argentino recibió en 2024 inversiones por 12.830 millones de dólares, según un informe de la consultora Economía & Energía. La cifra supera en más de 1.000 millones de dólares lo proyectado inicialmente por el Gobierno nacional.
La mayor parte de los fondos se dirigieron a la actividad petrolera, con 6.031 millones de dólares destinados a perforación y reparación de pozos. Las inversiones en gas, en cambio, cayeron un 30% respecto a 2023, y se prevé una nueva baja del 24% para 2025.
A pesar de esta tendencia, el peso del gas en la balanza energética y en la agenda exportadora continúa en aumento. El desarrollo de infraestructura, como los nuevos gasoductos y las plantas de licuefacción, será determinante para sostener el crecimiento y abrir nuevos mercados internacionales.