El árbol de guayaba, conocido científicamente como Psidium guajava, es originario de regiones tropicales de Latinoamérica. Aunque su fruto es muy consumido por su sabor y valor nutritivo, las hojas también tiene valor. En específico, fueron empleadas por distintas culturas con fines medicinales. En la actualidad, varios estudios comenzaron a respaldar algunas de estas aplicaciones mediante evidencia científica.
Las hojas de guayaba concentran una diversidad de componentes que presentan propiedades terapéuticas potenciales: desde efectos antioxidantes y antimicrobianos hasta aplicaciones en el control de la glucosa, la salud hepática y digestiva, aseguran los especialistas.
De acuerdo con una investigación de la revista Foods publicada en PubMed, entre sus principales componentes se encuentran compuestos fenólicos, flavonoides, aceites esenciales y triterpenoides, que actúan sobre distintos procesos fisiológicos.
Las hojas de guayaba también son una fuente rica en nutrientes, vitaminas, minerales y fitoquímicos. Contienen una proporción significativa de proteínas, aminoácidos, fibra y azúcares naturales. Asimismo, el estudio identificó altas concentraciones de vitamina C, vitaminas del complejo B y minerales como calcio, hierro, magnesio y potasio.
Uno de los grupos más relevantes en términos farmacológicos son los flavonoides. Destacan compuestos como quercetina, guajaverina, apigenina, kaempferol y avicularina. Estos elementos se asocian a acciones antiinflamatorias, hipoglucemiantes, antitumorales y reguladoras del sistema inmunológico.
En los aceites esenciales extraídos de estas hojas predominan sustancias como el cariofileno, el limoneno y el 1,8-cineol, reconocidos por sus efectos antimicrobianos y antioxidantes.
Según WebMD, aunque no existe evidencia científica sólida que respalde todos los usos de la guayaba, se le atribuyen múltiples beneficios para la salud. Varios estudios, como el publicado por la revista Foods, exploraron exhaustivamente sus propiedades curativas.
Los estudios también sugirieron que la presencia de potasio y fibra soluble en el fruto y la hoja de guayaba contribuye a mejorar la presión arterial y a mantener la salud vascular. Estos hallazgos reforzaron la posibilidad de utilizar esta planta con fines medicinales.
Las hojas de guayaba se utilizan principalmente en infusiones, preparadas con hojas frescas o secas. El té resultante se consume para aliviar molestias digestivas, reducir los niveles de glucosa y fortalecer las defensas. También se emplea como enjuague bucal para tratar afecciones como gingivitis, úlceras y candidiasis oral.
Otra forma de uso es el aceite esencial, extraído mediante destilación. Este se aplica en masajes debido a sus efectos antiinflamatorios, especialmente en casos de dolor muscular o articular. Además, puede agregarse a productos cosméticos o difusores de aromaterapia.
La hoja de guayaba también es procesada en extractos utilizados como ingrediente en alimentos, como mermeladas o embutidos, para así aprovechar sus propiedades antioxidantes.