Con la intención de reducir la carga tributaria y bajar otro escalón en la lucha contra la inflación, el Gobierno anunció que reducirá el impuesto PAIS desde el lunes que viene.
Fuentes oficiales y privadas habían confirmado por la tarde a LA NACION que la cartera que dirige Luis Caputo informaría en las próximas que el gravamen –creado por Martín Guzmán, extendido por Sergio Massa e incrementado por la actual gestión– volvería a los niveles previos al 10 de diciembre. Esto implica que pasará del 17,5% –nivel al que lo subió Caputo– para retornar al 7,5% para todos los bienes y servicios.
Por la noche, ante la difusión de la noticia, Caputo debió confirmarlo. “¡Importante! A partir del lunes 2 de septiembre, la alícuota del Impuesto País para la importación de bienes y fletes se retrotraerá del 17,5% al 7,5%. ¡Prometimos y cumplimos!”, escribió en X.
El Gobierno no tocará el valor del dólar tarjeta, en $1551. En diciembre, cuando el equipo económico anunció sus primeras medidas, había bajado la carga tributaria que tenía esa cotización (habían eliminado la percepción de Bienes Personales, para dejarlo en un 30% de adelanto de Ganancias y 30% de País).
“Se baja a todo lo que se subió”, contaron a este medio fuentes oficiales. “Para tarjeta sigue”, confiaron y explicaron que se volverá de esta manera al esquema que regía desde el 10 de diciembre pasado.
Las fuentes oficiales indicaron además que creen que habrá un impacto directo en precios. “Cuanto más importadora la cadena, más baja [el precio]”, explicó un hombre del Gobierno al tanto de la decisión. Por otra parte, el Ejecutivo está trabajando además bajas a aranceles de insumos básicos importados para mejorar, a la par de la baja del gravamen al acceso al dólar (y a las importaciones), la competitividad de la industria nacional. Tanto en el Ejecutivo como en las empresas dijeron que ese anuncio no es inminente.
La información fue adelantada a la industria alimenticia (a través de Copal) y también a los grandes supermercados que mantuvieron reuniones reservadas en las últimas 48 horas con el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y con su par de Coordinación de Producción, Juan Pazo. Consultados por LA NACION, en Economía no quisieron confirmar durante la tarde desde qué día regirá la baja del Impuesto PAÍS. Sin embargo, Caputo terminó confirmando esta noche que será desde el lunes, como se mencionó.
“¡Importante! A partir del lunes 2 de septiembre, la alícuota del Impuesto País para la importación de bienes y fletes se retrotraerá del 17,5% al 7,5%. ¡Prometimos y cumplimos!”, escribió en X.
En el encuentro con los industriales, los funcionarios confirmaron que “la semana que viene baja el Impuesto PAÍS”, y además, contaron a este medio, se habló sobre las retenciones a las exportaciones, aunque no hubo -dijeron- novedades concretas sobre este último tema, según precisaron. Lo mismo adelantaron los funcionarios a los grandes supermercados, a los que recibieron hoy. “Todo el universo vuelve al 7,5%”, contó una fuente empresaria a este medio. Lo mismo confirmaron en Casa Rosada.
A mediados de diciembre pasado, Caputo confirmó la devaluación del dólar oficial -lo llevó entonces a $800-. Además del fuerte ajuste fiscal y el ancla monetaria –crawl al 2%- anunció en un video grabado que habría un dólar para la exportación (el llamado blend, entonces a $860) y uno importador, a $940. Este último dólar se consiguió con una devaluación fiscal: llevando el impuesto país de 7,5% a 17,5% para todos los bienes y servicios. Se confirmó a través del decreto 29/2023 publicado entonces.
Con el avance del mayorista en estos meses, el dólar importador llegó a $1175. Ahora pasará a ser $1075.
“Con la baja del impuesto PAIS, las cámaras empresariales se han comprometido a bajar precios y es otra forma de trabajar juntos y tener conciencia de país”, había dicho Caputo en la Bolsa de Comercio de Córdoba en diálogo con el expresidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris. Fuentes del supermercadismo dijeron a LA NACION que “con la malaria que hay” en las ventas es probable que la baja de la carga tributaria se vea reflejada, pero dijeron que eso dependerá del stock en los establecimientos.
Pazo y Lavigne aseguraron que ni la industria ni los supermercados tendrían una justificación para no trasladar en los precios de venta al público una baja automática en los productos importados, en una lista que va desde el atún hasta el café, pasando por las papas fritas de tubo o la carne de cerdo.
La medida también debería tener impacto en los precios de otros artículos que se fabrican en el país, pero que tienen un componente importado relevante, como, por ejemplo, los chocolates.
Los analistas privados estiman que el IPC de agosto se estaría moviendo en torno al 3,5% en medio de una fuerte recesión de la economía, pese a que aparecieron -de manera oscilante- algunos “brotes verdes” intermensuales, pero no una tendencia clara. De confirmarse esa variación para el mes en curso, el Gobierno volvería a mostrar una desaceleración de la inflación (en julio fue de 4%, la más baja en lo que va del año). Con la rebaja del impuesto PAÍS en septiembre, se buscaría asegurar que la variación de los precios se siguiera acercando a la depreciación del dólar oficial al ritmo del 2%.
La baja del Impuesto PAÍS -creado en 2019 por Alberto Fernández- tendrá repercusión en las arcas oficiales. Actualmente, es uno de los seis tributos que más ingresos genera para el Estado. El efecto se multiplicará en diciembre, cuando el gobierno libertario prometió eliminar el impuesto.
Con la colaboración de José Luis Brea y Alfredo Saínz