«¡No sé si me violó! Es terrible. Siempre me quedaré con la duda». Emilie O. era pareja de uno de los 50 acusados de agredir sexualmente en Francia a Gisèle Pelicot, cuyo marido la drogaba para que otros hombres la violaran. Ahora, Emilie O, que declaró este lunes en el juicio, reveló su dramática sospecha: haber sido víctima ella también de ese tipo de abusos.
La semana pasada, el ahora exmarido de esta mujer de 71 años, juzgado por drogarla a escondidas entre 2011 y 2020 para violarla junto a decenas de desconocidos, reconoció los hechos: «Soy un violador», aseguró Dominique Pelicot.
Pero no fue el único. Jean-Pierre M., el único de los acusados que no agredió sexualmente a Gisèle, reconoció también haber drogado a su propia esposa para violarla junto al principal acusado.
La incertidumbre planea ahora entre las exparejas de otros acusados, como Emilie O., quien, entre lágrimas, explicó a los magistrados sus dudas sobre si Hugues M. siguió los mismos pasos. «Me manipularon y viví una mentira. Me encantaba mi vida», pero «sigo cuestionándomelo todo», aseguró esta mujer de 33 años, sin mirar a quien fuera su pareja durante cinco años.
Este último, de 39 años, acudió una noche de 2019 al domicilio de los Pelicot en Mazan, un pequeño pueblo del sur de Francia, para agredir sexualmente a Gisèle junto a su exmarido Dominique. «Pensaba que vivía una vida tranquila y plena, pero me equivocaba», aseguró su pareja hasta 2020, quien describe un hombre «siempre respetuoso», con quien compartía su pasión por las motos.
Emilie O. recordó que ambos se conocieron por internet y que «mantenían relaciones sexuales asiduas», pero que rompió con el ahora acusado por sus «múltiples» aventuras exmatrimoniales. «Decía que tenía impulsos y una necesidad de adrenalina que sólo conseguía con las motos y las relaciones sexuales», explicó la mujer, cuya vida se derrumbó cuando recibió una llamada en 2021 de la policía judicial.
Ese día, la mujer descubrió las acusaciones contra Hugues M., que pasaría siete meses en prisión preventiva acusado de «intento de violación» a Gisèle Pelicot, porque no pudo llegar a la penetración.
Emilie O. recordó entonces una noche de 2019 en la que se despertó, mientras su entonces pareja le practicaba actos sexuales. La mujer también sufrió «mareos» entre septiembre de 2019 y marzo de 2020. La ahora treintañera denunció los hechos, pero los análisis para detectar una eventual sumisión química no revelaron nada y su denuncia fue desestimada por «falta de pruebas materiales».
Desde entonces, vive con la duda de saber si ella misma fue víctima del mismo procedimiento usado contra Gisèle, quien, desde su asiento en el tribunal, le sonrió como muestra de apoyo.
«Sin este proceso, me habría dicho que sería imposible. Ahora me digo a mí misma que es posible», declaró Emilie O., antes de romper a llorar. «Diga lo que diga, nunca volveré a creerle», agregó.