Mientras avanza la convivencia, las emociones están a flor de piel en Gran Hermano. En la noche del lunes volvió a caldearse el ambiente y todo terminó con Sandra, cubierta de lágrimas, pidiendo abandonar el juego en una charla desconsolada en el confesionario, luego de que en el kiosco se votara elegir un sobre sorpresa en vez de un asado con vino, guitarra y la verdadera cuestión: 3 atados de cigarrillos.
Apenas se reveló que el contenido del sobre era un mazo de cartas, la pescadera se dirigió al confesionario para pedir abandonar el juego porque “no iba a soportar pasar el 24 (Nochebuena) sin cigarrillos”.
“Me quiero ir porque viene el 24 (de diciembre) y hace tres días que no fumo. Hace tres días que lo estoy tratando de manejar. No tienen por qué elegir el vino, el asado y los tres atados de cigarrillos. No tuvieron consideración y no lo voy a poder sostener”, le informó Sandra a Gran Hermano, sumida en llanto en el confesionario.
Y continuó: “No voy a seguir angustiándome, más teniendo el 24 sin poder fumar un cigarrillo. Entiendo que esto es un juego, que lo sabía y que no tengo nada para decir”.
Ante el pedido del Big de que lo piense y que no tome la decisión movilizada por los recientes hechos, Sandra agregó: “Me siento entre la espada y la pared. Esto te lo dije a vos, no se lo dije a nadie… No nos tienen en cuenta a los que fumamos. Entiendo que es una convivencia, pero no me siento bien… No voy a hacer nada que trasgreda las reglas”.
Luego de ver la crisis de angustia en vivo de Sandra por el cigarrillo, Santiago del Moro expresó en El Debate: “Me da mucha pena que una persona se vaya por la adicción al pucho”.
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